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miércoles, 10 de abril de 2013

Nostalgia de un paisaje...



Conducía una mañana
por una loca carretera de baches y curvas
Y no sabía dónde me llevaba.
Escuchaba  el ruido del motor,
la añoranza en mis oídos gritaban
y mi música favorita.
Eran acordes de guitarra,
nostalgia que mi corazón arañaba
Acordes de guitarra
que en mis oídos resonaban,
nostalgia de recuerdos
que mis ojos lloraban…
Y algún que otro poema
que  en mi mente recordaba.

La niebla se había quedado dormida
y la mañana despertaba
sobre el lecho de la campiña.
Sobre ella se extendía un capote
dando color  las amapolas.
Los senderos que cruzaban,
parecían  recitar a plena luz del día
y se respiraba un perfume
que coqueteaba y me embriagaba,
produciéndome  un éxtasis
que a mi cuerpo elevaba.

A lo lejos…
en lo alto de un cerro,
de casitas pequeñas y empinadas,
formaban un blanco pueblo.
De pronto, frente a mi mirada
me sorprenden unos oscuros ojos
que desafiantes me observaban.
Allí quieta quede
esperando tras la alambrada.

Por un momento pensé
quitarme el pañuelo de mi cuello
y salir al ruedo a  dar dos pases,
como hacen los toreros.
Me lleve las manos a la cabeza
y no llevaba montera ni sombrero…

Sentí el paisaje  de mi interior
como un sordo rencor del tiempo,
y me fui dejando atrás
la vista de aquel pueblo,
aquel toro y aquellas flores
que había puesto en mi pelo
y volviendo a mi mente
todo un misterio de recuerdos


( M. Sánchez, 9-3-2012)

Si yo fuera tu amante...


        



Si  tú fueras el mar
y yo fuera tu amante,
mimaría tu cuerpo
para tenerlo a mí alcance.

Dibujaría una huella
que excitara tu mente,
soñaría con las olas y las caracolas
azules y blancas de tu sal.

Hallaría la lluvia
en el sudor de tu frente
y nadaría a contra corriente
con mi sirena, enamorada,
para poderte encontrar.
Si yo fuera tu amante!

Si tú fueras el mar
y yo fuera tu amante
y mi boca marea
que en tu boca se escape
de mi alma caricias
sin llegar a enredarte.

Ah!.. si tú fueras el mar…
Porque entre agua, arenas y sal,
gaviotas, sirenas y caracolas,
quiero gritar:
“Estoy enamorada
y quiero ser tu amante”!

Y cuando juegues en la arena
dorada de tu soledad
y te surja un recuerdo ilusionado.

                         ¡ Ojala el mio, quieras encontrar!

M. Sánchez, 2002
( Reservados los derechos)

lunes, 8 de abril de 2013

Cartas amarillas...



Cartas amarillas…
Cartas que un día
cantaron al amor,
a la vida, a la ilusión,
cantaron al futuro, a la libertad….
y hoy reposan mudas en un triste cajón…
Cartas que expresaron
todo aquello que amamos…
Todo aquello por lo que  luchamos,
hoy están  amarillas,
desnudas de color.

Las cojo,
como hojas secas caen despacio,
volando  por  el aire…

¡Cuántos renglones escritos,
en mi memoria se quedan
abriendo caricias y besos
con el fuego de tus manos…!

¡No quiero que caigan en el olvido!

Busco  entre  ellas
 Ese suspiro  que  dice: “te amo”…
“Mil te quiero… Mil caricias”… (*)
Aquel corazón con flechas que dibujamos…
las promesas enredadas del alma
y aquellos besos de enamorados.

Me traen el pasado,
guardan  ramilletes de recuerdos
que cruzan la senda del silencio
de dos amantes que luchaban
por un nuevo amanecer de sueños.

Mientras, mis mejillas, se mojan
con la brisa del deseo,
tus besos me despiertan
rodeando mi cuerpo.

La lluvia golpea fuertemente
sobre el cristal,
se detiene un momento,
ha dejado de llorar.

Mi mirada,
está perdida en el horizonte,
camino por la playa
donde conviven los sueños,
vi tus pasos grabados en la arena
y seguí tus huellas
cansada, perdida…
Allí quedé.


Ahora mil estrellas fugaces
se escapan delante de mis ojos.
Mi noche llegó…
Busco tu mirada
en el murmullo del viento
y no la encuentro.

La primavera se estrena
platónica de ilusión
y el aire me trae
la brisa de lejanos veranos.
En mis sueños
sigo buscando tu mirada.

La mañana suspira.
¡Qué tristeza!

Quiero gritar de alegría
pero mi sonrisa se enreda
entre sábanas y recuerdos.

Al  fin desperté…
Los  latidos  del  corazón
sonaban vacíos  en  mi  alma.

¡Te llamo!

He gritado tu nombre
entre “Mil recuerdos y Mil caricias…”
y el viento se lleva mi voz…

Silencio!!...
Hoy, vuelven a soñar.
Sé que habrá otro mañana
donde amanecerá de nuevo,
el tiempo se hará primavera,
donde tu luz me guíe
para regresar a la realidad.

Te sentiré junto a mí como el calor
que me envuelve cada día,
veré la luz,
mi corazón latirá...
Abriré mis alas al viento.

Con ilusión luchare
por un nuevo alba en mi vida,
los recuerdos quedarán
en estas cartas amarillas
y el sueño de que vuelvas algún día.

Siempre te espero,  amor,

Nunca te olvido.



(María Sánchez) 

(*) De la canción de Nino Bravo:” Cartas Amarillas”